22 de octubre de 2017

Diario de un cura: Misionero y voluntario, hoy mismo

Domingo, 22 de octubre.

Jesús Vega*
Recuerdo que mi sobrina, una de las más de treinta que Dios me ha regalado, a quien quiero y admiro, me dijo en una ocasión, con apenas 16 años, que cuando acabara los estudios le gustaría dedicar un año a trabajar como cooperante en un país empobrecido. A mí me encantó al idea. Y se lo dije. Me parece admirable que en la vida dediquemos tiempo gratuito y generoso a los demás. Como enfermera, maestro, administrativo o lo que sea. Y si no, que se lo pregunten a Marta, Eva, Rafi o Eduardo, que marcharon varios veranos a trabajar duramente por los demás en circunstancias difíciles.
Pero a mi sobrina le puse una objeción. ¿Por qué esperas a acabar la carrera, Sara? ¿Por qué no lo haces antes, no sea que después tengas otras dificultades y no cumplas con tu ilusión?
Nos suele pasar mucho, y a mí también. Tenemos muy buenas ideas, pero... para más adelante. Hay cosas que hay que posponerlas porque necesitan ser maduradas o hay que precisan una mejor preparación. Pero no vale hacer proyectos para cuando me jubile, para cuando me saque la lotería o cuando mi situación esté más boyante. Hay cosas que no se pueden dejar para mañana, por Dios.
Cuando alguien se acerca a la parroquia proponiendo hacer algo, procuro encontrarle tarea... hoy mismo. Mañana puede ser que esté arrepentido. Si quiero ser misionero, si quiero ayudar, si quiero encontrarme con Dios, como canta Juan Manuel Serrat, "hoy puede ser un gran día, plantéatelo así; aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti".
*Jesús Vega es Párroco de San José Obrero de Cruce de Arinaga.