27 de agosto de 2017

Juanpe Ramírez juega sus primeros minutos en la Liga de las estrellas

Juanpe Ramírez, en una imagen de archivo
Domingo, 27 de agosto.

Redacción
El Girona F.C. consiguió ayer en Montilivi la primera victoria de su historia en Primera División tras superar al Málaga (1-0) en un partido muy disputado y resuelto con el gol de Alcalá en la primera mitad del partido.
El técnico gerundense hizo saltar al terreno a los mismos once jugadores que el pasado fin de semana debutaron ante el Atlético de Madrid y el invento volvió a funcionar. Quizá sin el mismo ritmo alocado de la primera jornada, pero sí con un conjunto poderoso y sólido atrás, a la vez que eléctrico y perseverante en ataque.
El trabajo de los locales hizo que las ocasiones comenzaran a llegar por sí solas: Maffeo cruza demasiado su tiro; sin puntería en un remate de cabeza y un balón por encima del larguero de Alcalá, que encañonó  un suave rechace del portero del Málaga que se convirtió en el tanto de la victoria.
Tras el paso por el vestuario, el Girona rozó el segundo gol con una gran ocasión de Stuani, el tiro de Aday, con una buena respuesta del cancerbero, y un gol anulado a Portu por fuera de juego.
La reacción del Málaga fue un espejismo y cuando quedaban pocos minutos, en el Girona aparecieron los fantasmas de la primera jornada. El entrenador del conjunto catalán, Pablo Machín, no quiso arriesgar y colocó en el campo al jugador del Cruce de Arinaga, Juanpe Ramírez, que debutaba en la mejor liga del mundo, para hacer de doble pivote en una muralla infranqueable que el Málaga no pudo superar.