30 de octubre de 2014

El cambio climático podría reducir la operatividad del Puerto de Arinaga

Imagen tomada ayer del Puerto de Arinaga
Jueves, 30 de octubre.

Canarias7
La actual tendencia de aumento del nivel del mar en la costa española hasta 2040, de aproximadamente seis centímetros, dibuja un escenario en el que las playas del norte de Canarias experimentarán retrocesos medios cercanos a los tres metros, los mayores junto a los de las playas de la cornisa cantábrico-atlántica, de los previstos en el borrador de la Estrategia para la Adaptación de la Costa a los Efectos del Cambio Climático que está tramitando el Ministerio de Medio Ambiente.
El retranqueo de las playas del norte de Canarias a lo largo de los próximos 25 años duplicaría el retroceso medio estimado en el resto de fachadas marítimas, de entre uno y dos metros en general y de dos en el Golfo de Cádiz. El borrador destaca que, aunque en cualquier escenario de aumento del nivel medio del mar, los mayores aumentos porcentuales en la cota de inundación de las playas se producen en la cuenta mediterránea, en términos absolutos esa cota es mayor en las costas cantábricos-atlántica y canaria.
El diagnóstico inicial del Ministerio destaca que en las últimas seis décadas se han observado importantes cambios, tanto en intensidad como en dirección en el oleaje, una de las principales dinámicas susceptibles de cambio, y apunta en concreto que en Canarias y en el Mediterráneo se ha producido una disminución en el más intenso, mientras que en el Cantábrico, al contrario, ha tenido lugar un aumento significativo de hasta 0,8 cm/año en el más intenso (percentil 95 de altura de ola significante).
El borrador, que se encuentra en fase de consulta, agrega que el aumento del nivel del mar provocará una reducción general en el número de horas disponibles para realizar las operaciones en todos los puertos de España.
En particular, la proyección de los cambios en el oleaje observados hace prever que en 2040, si no se toman medidas de adaptación, se haya reducido la operatividad en los puertos de Arinaga y Las Galletas (Tenerife), así como en todos los del Cantábrico y del norte de Mallorca. También se reducirá la fiabilidad de la mayoría de las obras marítimas.