30 de junio de 2011

Turcón y Ben Magec apoyan las manifestaciones de los alcaldes de Ingenio y Agüimes

Jueves, 30 de junio.

Turcón y Ben Magec Ecologistas en Acción alertan sobre las consecuencias desastrosas que producirá en el entorno la construcción de una tercera pista en el Aeropuerto de Gran Canaria, una infraestructura que consideran innecesaria y, en este sentido, apoyan al Alcalde de Ingenio en las recientes manifestaciones de rechazo de esta construcción, y las también acertadas declaraciones del Alcalde de Agüimes.
Los ecologistas consideran que además de las repercusiones negativas sobre las personas a las que se expropiará y sobre aquellas que sufrirán la contaminación acústica, los municipios afectados hipotecarán su futuro, ya que por cuestión de servidumbres aeronáuticas, verían coartado el diseño de planeamientos urbanísticos y de desarrollo del aprovechamiento de las energías renovables, entre otros aspectos.
En este sentido, tanto Turcón como la federación Ben Magec, creen que la población grancanaria afectada no ha sido informada sobre todas las repercusiones que sobre la salud humana tendrá esta infraestructura. Además, esta obra, junto con el Parque Aeroportuario y la Variante Aeroportuaria, generarán importantes impactos en el Bien de Interés Cultural del Barranco de Silva, graves “deseconomías” en el polígono industrial del Goro, destrucción de suelo e infraestructuras agrícolas en la zona de El Cardonal, así como el éxodo de ganaderos por pérdida de sus instalaciones y zonas de pastoreo, entre otras cuestiones. Ello sin contar que al desviar la GC-1 hacia el interior se comenzaría a plantear de nuevo la Tangencial de Telde con el enorme impacto medioambiental y social que ello conllevaría sobre este municipio.
Pero esto no es todo, la tercera pista es innecesaria, como pone de manifiesto el Plan Director del 2001 para la comarca, en el que se hacen estimaciones sobre la evolución del número de operaciones y pasajeros hasta el 2015, que se consideraba como el año en el que se saturarian las infraestructuras existentes.
Diez años después de la publicación del Plan se puede apreciar claramente que existe una gran diferencia entre lo que se estimaba como previsible y lo que realmente ha acontecido. En el 2010 se tenía una desviación de un -31,70% con respecto al número de pasajeros previstos, se esperaban 13,88 millones y se cerró el año con 9,48 millones. Es más, en ningún año se ha llegado a cumplir lo previsto y año a año las diferencias que se han dado han sido cada vez mayores. Actualmente se estima que Aeropuerto de Gran Canaria está trabajando a poco más de la mitad de su capacidad operativa con las dos pistas existentes. En definitiva se está hablando de enterrar más de 1.000.000.000 € de dinero público en un capricho sin sentido.